El idioma de una entidad fragmentada, su verdad, su amor y su dolor Autor: Mtro. Fernando Martínez Moreno
Desde aquel momento, aquel instante en el cual mis memorias han dado comienzo he buscado diversos objetivos así como ideales debido a la naturaleza y esencia de mi ser, siempre buscando nuevos desafíos, retos y metas a cubrir en cada escenario y en cada batalla en la cual he luchado con gran fuerza y poderío, pasando siglos, décadas y años vagando en un estado extraño, un estado fuera del espacio tiempo ajeno a toda clase de existencia y realidad a causa de mi propia arrogancia, ira y orgullo, aquellos planos en aquella mecánica de batalla a pesar de ser parte del cumplimiento de mis metas e ideales me apartaron de aquello que alguna vez me importo, siendo el amor de mis seres amados a los cuales de forma inevitable tuve que ver envejecer y partir y yo permanecer igual, siendo esta mi más grande y dolorosa penitencia.
Refugiado en tiempos actuales en una edificación antigua, siendo esta un gran faro el cual forma parte de un gran castillo antiguo, el cual ha sido mi hogar, gracias al apoyo de aquellas musas gemelas, dueñas y señoras de esta poderosa arquitectura que a pesar de nuestras diferencias, han sido parte de mi nueva familia, al igual que aquellas entidades con las cuales me he topado en el sendero cronológico contemporáneo, en el faro, mi hogar, representa y simboliza el reflejo de todas y cada una de las fibras de mi ser, siendo ambos una entidad de gran soledad pero con muchos secretos, conocimientos y memorias en su interior.
El tiempo transcurre de forma extraña y turbulenta, siempre observando aquellos cambios de entorno, así como de cada panorama en lo individual como en lo colectivo pudiendo observar diversas historias, acontecimientos y sucesos que han definido a cada una de las décadas venideras, contemplando esto desde el gran ventanal de aquella gran edificación, pudiendo contar con una gran variedad de amaneceres, atardeceres y anocheceres, siendo testigo continuo de aquellas variables por las cuales cada instante y momento, toda etapa y día posee un aspecto único y original inminentemente.
Al paso mismo del tiempo, he podido reunir y acumular diversos objetos y materiales tanto de ciencia, arte y fe de cada uno de los contextos de la realidad donde he caminado de forma tanto voluntaria e involuntaria siendo esta una manía, una obsesión, una necesidad latente e imparable, de ahí que he armado y constituido mi hogar, el gran faro de esta gran arquitectura monumental.
Al paso del tiempo he podido ver una y otra vez, diversas historias de todo tipo e índole, algunas de forma directa e indirecta, al observarlas desde las alturas de mi hogar, otras por parte de aquellos quienes vienen buscándome en busca de consejo a diversos planteamientos, dilemas y marcos situacionales donde fluyen los aspectos del amor, el desamor, la verdad y el dolor con la finalidad de proporcionar y brindar apoyo a dichas historias y contextos como parte de contribuir a la trascendencia y la supervivencia de lo individual y lo colectivo.
Sin embargo, a través de aquella gran encomienda he podido y adoptado como pasatiempo el escribir dichos relatos, dichas memorias de lo que he vivido y escuchado del resto de los entes a lo largo de toda la existencia múltiple, siendo para mí un gran y verdadero tesoro en el área designada para esta gran cantidad de memorias y realidades en conjunto.
El tiempo transcurrió de forma inevitable, justo en una tarde de neblina y ocaso, una entidad misteriosa vino a mi hogar exclamando, hola gran maestro y bravo guerrero, ha pasado tiempo, la última vez que te vi aun eras un joven guerrero en sus 18 primaveras, sin embargo te noto nostálgico, ¿Por qué?
Ante la pregunta de aquella entidad enigmática respondí, en este año se cumplirán tres siglos de aquel instante en el cual tuve que ver fallecer a mi amada musa, con quien compartí tanto, siendo ella mi inspiración y motivo de lucha con quien me ayudo a llegar a este punto en esta realidad, lamentablemente, ella partió de este mundo hace tantos años debido a su avanzada edad y yo permaneciendo en esta misma forma fuera de toda existencia, vagando en total soledad, siempre buscando consuelo a través de mi pasatiempo, sin embargo a pesar de todo, aun en día siendo viva la memoria de mi amada musa, mi amor y mi dolor, al igual que el amor y cariño de mi amada familia, me hacen tanta falta.
Aquella entidad exclamo, veo que te sientes fragmentado, vació y a la deriva hoy en día a pesar de todo lo que has conseguido y logrado, debes saber que la memoria de tu amada musa y la de tu familia amada, continua viviendo a través de ti, mientras tu vivas, ellos vivirán eternamente en todas y en cada fibra de tu ser, y en cuanto aquel pasatiempo tuyo, ha sido un homenaje a su memoria al contribuir a la trascendencia y al legado de la realidad múltiple actual y venidera.
Momentos después, aquella entidad y yo, nos encontrábamos degustando de un café con galletas, hablando y reflexionando de diversos tópicos y contemplando, el ocaso de aquel gran día, honrando las memorias de quienes amo y he amado en todo momento, forma y manera, ahora debo cumplir una nueva promesa, ahora viviré por ellos en este nuevo mundo que esta por surgir, que hermoso será el vivir en esta nueva realidad, honor y gloria.
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