El factor elemental del color en el alfa y omega del opus magnum de la vida Autor: Mtro. Fernando Martínez Moreno

En todo aquello que alguna vez existió, existe y probablemente pueda llegar a ser, siempre ha contado con una gama infinita de características sustanciales, las cuales le otorgan identidad como entidades múltiples, tanto en esencia como en naturaleza de forma inminente e inevitable. Sin embargo, cada ser presente en todos y cada uno de los escenarios tanto del pasado, el presente y el futuro como tal, poseen una fisionomía del color, es decir, un aspecto de la percepción ocular de asociación y asimilación del contexto de toda realidad representada de forma directa e indirecta. La ideal el concepto y la materialización del color sobre todo lo que existe en cada una de los diversos rubros de la vida, implica una necesidad latente cognitiva de detallar aquello que se busca estudiar, analizar y comprender o en una forma simplificada denotar el aspecto particular de aquello que se busca describir tanto en lo individual como en lo colectivo, llevando a cabo dicho acto, dicha practica desde el comienzo de los tiempos y desde el comienzo del uso del pensamiento, la percepción y la razón critica. En distintos campos tanto multidisciplinarias como interdisciplinarias, el color como principio universal, tanto en la teoría como en la práctica, implica la relación de los aspectos de identidad de una sociedad en todo aquello que conforma la realidad particular y general con la cual este tiende a interactuar a cada momento e instante del sendero cronológico vital en el cual este se encuentra recorriendo e interactuando, compaginando distintos acontecimientos, sucesos y memorias, tanto de la propia historia al igual que del propio materialismo histórico. La relevancia e impacto del color sobre todo contexto y realidad ha marcado el legado de sociedades, civilizaciones y naciones enteras, bajo el significado y significado que adquieren dichos elementos visuales sobre aquellos objetos y sujetos que los portan en aquellos puntos del espacio tiempo en lo cotidiano como en lo decisivo tanto en aquellos pensamientos, sentimientos y actos de gran valía así como de los pensamientos, sentimientos y actos de gran infamia. De igual modo la terminología del color ha poseído y posee la facultad, poder y fuerza de influir en los aspectos conductuales, racionales y sensoriales de toda entidad viviente en cada brecha en la cual se encuentre presente, ocasionando diversos cambios en aquellos puntos de inflexión en el proceso de evolución y revolución de ideas, conceptos y síntesis que constituyen a la existencia desde el plano micro y macro en general como en lo especifico. Cada aspecto de lo físico como de lo metafísico de todo lo que puede apreciarse y contemplarse gracias a la concepción e implementación del factor elemental del color desata un vórtice de reflexiones y sentimientos, los cuales generan la titánica diversidad del pensamiento y la razón crítica de ser humano, motivo y causa del existir, el mero sentido de la humanidad en la búsqueda de su propia e indivisible originalidad, del romper todo paradigma y dogma en pos del hallar el opus magnum de la trascendencia y la supervivencia de aquello que se anhela con la mente, corazón y alma latente, de ahí del porqué del inmenso e inconmensurable poder y fuerza del color, no solamente como un distintivo del sentido de la vista, sino como medio, técnica, método y herramienta de forjar y marcar todo legado en la total eternidad.