Memoria y crónica del guardián de la frontera metalmecánica Autor: Dr. Fernando Martínez Moreno

Desde el comienzo de toda la existencia he presenciado diversos acontecimientos de toda civilización y cultura en todo aspecto y perspectiva del entendimiento de todas y cada una de las formas de vida que he visto nacer, crecer, reproducirse y morir de forma continua, siendo parte de la sagrada encomienda que me ha sido asignada por parte de la entidad suprema desde el origen del alfa y omega. Siendo yo conocido por muchos nombres y representado mediante múltiple medios de expresión tanto por la ciencia, el arte y la fe, sin embargo el nombre por el cual se me conoce por la mayoría de los planos existenciales ha sido, el guardián de la frontera metalmecánica, siendo yo el encargado de buscar y recibir de igual modo a aquellos que parten de los diversos mundos y civilizaciones del plano terrenal hacia el más allá, siendo yo una entidad múltiple de distintas formas y naturaleza, siendo concebido como una paradoja andante por muchos, pero también una entidad ancestral la cual posee diversos poderes y habilidades para llevar a cabo mi objetivo ante el todo y la nada. Acorde a lo que he mencionado, para llevar a cabo mi labor, suelo manifestarme de forma múltiple en ambos planos, uno de ellos es el del morador y guardián de la frontera, quien espera a aquellos que vienen a mí de forma directa para ser sometidos al proceso de resolución vital impartido por la triple entidad, conocida esta como el juicio, el castigo y la piedad, siendo la gran trinidad de dar orden y justicia a aquellos que pasan por mí y del mismo modo me corresponde custodiar los muros de fuego que dividen las dimensiones del bien y del mal en toda concepción habida y por haber. Por otro lado, la parte complementaria de mi labor, la cual en lo personal es la que suele darme una sensación de suma curiosidad ha sido la de merodear y transitar en el plano material de toda la realidad múltiple en la cual como lo he mencionado previamente ha sido la de buscar, indagar, guiar y en diversas ocasiones, cazar y capturar a aquellos que por alguna razón o motivo no han llegado de forma directa a la frontera y a mí. A lo largo de las eras de toda realidad, he conocido infinidad de historias de vida por parte de aquellos que durante su estancia en este plano han sido testigos y orquestadores de pensamientos, sentimientos y acciones de gran compasión y valía, así como de gran violencia e infamia, muchos de ellos suelen tener y desarrollar un gran temor hacia a mí, sabiendo del porqué de mi presencia en este plano en momentos determinados e indeterminados de la existencia cronológica, adquiriendo y almacenando aquellas memorias de aquellos con los que me he topado y dictado mi decreto y voluntad imperante y absoluta. Por otro lado, he tenido que presenciar una cantidad incalculable de diversos escenarios llenos de incertidumbre y desolación, al ver la pena y el dolor de aquellos seres amados que en ocasiones arremeten en contra mía, a pesar de ser yo una entidad creada por la misma entidad suprema, sin embargo también he recibido consignas de gratitud y alivio por aquellos que se hallaban inmersos en el dolor, la angustia y la desesperación de la decadencia física y metafísica de su ser, a lo cual suelo dar consuelo y paz para llevarlos hacia la frontera en donde mi homologo individual y colectivo los espera ansiosamente, pudiendo contemplar y apreciar lo maravilloso y bendito de los portadores de vida, un regalo que la entidad suprema les ha otorgado como parte canónica de la mente, el corazón y el alma, así como el resto de formas de vida presentes en este inmenso plano de realidades y de existencias infinitesimal. A cada paso que doy, he sido fiel testigo de aquellos acontecimientos trascendentales que han dado forma y razón de ser a cada época y civilización que he tocado de forma directa e indirecta, tanto en lo individual como en lo colectivo, haciendo uso de infiltrarme a través del estado consciente e inconsciente de cada entidad viviente, racional e irracional, animada e inanimada por igual, para dar guía y consejo a aquellos que buscan el terminar su estancia antes del momento de llegar a mi presencia y a la entidad suprema. Por otro lado, siendo la parte las cruda pero primordial de mi labor, radica en cazar y capturar a aquellos seres impuros de alma oscura, quienes se niegan y buscan escapar de su destino manifiesto, a lo cual he tenido que arrojarme hacia aquellos mares y lagos de pesadilla, caos y maldad, en donde aquellas entidades cobardes buscan refugiarse, sin embargo vaya ingenuidad de su parte, siendo que nada ni nadie ha escapado de mí, pueden correr pero no esconderse en ningún sitio, de este plano o de otro como tal, solamente prolongan lo inminente e inevitable, ya que desde el comienzo del todo, siempre jure que aquellos seres profanos jamás acabarían con la belleza y elegancia de la vida en toda la realidad, siendo el mayor regalo y de las máximas creaciones de la entidad suprema a la cual yo he servidor con honor y valentía sin igual. A pesar de todo, en ciertos puntos y fechas de múltiples culturas, me es permitido el dejar cruzar la frontera a aquellas entidades que aun poseen parientes vivos y entidades que aún los recuerden para tener una reunión amena con aquellos que alguna vez amaron y sirvieron con valía a su realidad, siendo uno de los regalos que la entidad suprema les ha concebido, de igual modo tras un lapso temporal me corresponde el guiar y llevar de vuelta a toda entidad visitante al otro lado de la frontera para mantener el orden de todas las cosas. Ante todo esto, es para mí una dicha el fungir y mediar de diversos modos, formas y maneras para dar fe de aquellos milagros que solo la vida puede concebir como el medio y sendero de la trascendencia y supervivencia del todo y de la nada, que hermoso es el milagro de la vida a pesar de lo efímera que suele ser para algunos seres y entidades debido a la fragilidad que estos pudiesen padecer, siendo la dicha y la virtud de la vida algo que no debe desperdiciarse impunemente, cada pensamiento, cada latido y cada respiración es parte del milagro del existir y del porqué se encuentran presentes en todo plano y escenario que la vida les ofrece, teniendo la decisión de claudicar miserablemente o de luchar ferozmente por el ideal por él cual lo daría todo, incluyendo su propia existencia como sacrificio ante la entidad suprema por dejar un legado múltiple en la historia general y particular, haciendo a la vida como una de las bondades y el aguaviva de todo ser, un dogma, una verdad y el mayor tesoro del infinito, el opus magnum de la entidad suprema al igual que en todos los seres que han existido, existen y existirán en todo plano existente y por existir.