La verdad del todo Dr. Fernando Martínez Moreno

La existencia, una total y aberrante contradicción en su idea, concepción y materialización razón por la cual, nos encontramos en un estado de total desolación y duda continuo, transitando de forma inminente e inevitable entre sombras y fantasmas de un pasado, presente y futuro incierto en donde quienes, no pueden ni quieren ver la verdad y el porqué de las cosas, a pesar de encontrarse en un estado de total sumisión y claudicación. Entidades segadas, mudas y sordas en el veneno de la indiferencia, así como el interés mezquino de aquellas fuerzas, modelos y paradigmas moldeadoras de estereotipos carentes de razón y sentido crítico en pos de alcanzar el opus magnum de los heroico y de lo épico. La perdida y ausencia de todo significado y significante de aquello por lo cual muchos otros dieron en todo por el todo, resulta un hecho y acontecimiento de suma crudeza, dolor y melancolía en donde todo aquello que tuvo verdad y valía ha sido profanado por aquellos que en el afán de moldear una posverdad monopólica y oligopólica, han pervertido aquella pureza aquellos cánones que formaron alguna vez al ente humano, tanto en su esencia como en su naturaleza. Verdad, verdad para quien, justicia, justicia para quien, honor, honor para quien, libertad, libertad para quien, paz, paz para quien, palabras como tantas otras, mencionadas en diversidad de ocasiones, pero, sin embargo una real ofensa y desdicha para aquellos que no conocen ni reflexionan el trasfondo, el pensamiento y sentido cognitivo de estas mismas, siendo alguna vez las insignias de aquellos que manifestaron y expresaron sin temor ni duda alguna, la voluntad del pensar, la voluntad del sentir y la libertad de actuar de forma rapaz, sutil y demencial, así como del bailar de forma cautivante con las grandes y cautivantes musas llamadas justicia, libertad, verdad y paz, con honor y gloria, así como dedicarle de forma pasional todo acto en pos de su bellos y dichosos nombres. ¿Que ha sido de todo aquello en lo cual fue alguna vez un dogma de fe?, acaso hemos olvidado de forma descarada aquello que los caballeros y musas de la ciencia y arte nos hicieron llegar a través de su escritura, su pintura, su conocimiento científico, su filosofía y códigos de conducta, acaso será que hemos perdido todo valor y bravura para hacer lo que es digno y merecedor y deshacer aquello que nos ha matado a cuentagotas, donde ha quedado toda aquella ferocidad galopante de la cual se han contado mitos y leyendas en toda región de la realidad. En donde se halla aquellos instintos rapaces y bestiales de trascender y sobrevivir con clase, modales y elegancia, tanto en lo individual como en lo colectivo. Donde se encuentra aquella fuerza y poder demoledor que anula todo silencio voluntario e involuntario en pos de lo que es correcto, justo y único en todo contexto del haber y ser humano. Todo esto y aquello ha de ser manifestado, revelado, tallado, esculpido, gritado y marcado con suma ira, dolor y desesperación, derramando lágrimas sangrientas, así como la amargura de existir en un plano carente de sentido y razón, al mismo tiempo que el reclamar, exigir y demandar con gran furia y sin vacile alguno, aquello perteneciente al ente humano y a toda forma de vida existente. Tendremos el valor, la fuerza, él poder y la decisión de llevar a cabo aquello que nos ha sido arrebatado y se nos ha impuesto para dejar de ser entidades de honor y gloria ante aquellas bellas, celestiales y maravillosas musas cautivantes del espíritu de la verdad, dicha resolución la dejo en encomienda.