Crónica y memoria a Frida, una amiga leal Autor: Dr. Fernando Martínez Moreno
No sé si tengo las palabras adecuadas para expresar y manifestar de manera digna y honorable, lo que en algún modo, forma y manera le debemos a aquella gran entidad, la cual a pesar de no contar con una fisionomía humana, pero a pesar de ello no fue impedimento para generar un impacto trascendental, teniendo una naturaleza y esencia de gran calidez, siendo una de las grandes exponentes de aquel gran vinculo ancestral establecido entre la especie humana y canina.
Frida, siendo la manifestación y personificación de la esperanza, el honor, la redención, el amor, la fe y la lealtad para todos aquellos que alguna vez fuimos afectados de manera directa e indirecta a causa de las variaciones de la naturaleza, que han dejado gran devastación y desolación, siendo el mero punto de inflexión, mismo que ha puesto a prueba la capacidad, la valentía, el espíritu de lucha y de sacrificio, de solidaridad y fraternidad de todo miembro de la sociedad, en cada etapa cronológica del desarrollo a través del espacio y el tiempo, escenarios y situaciones, en donde tal y lo han dictado la historia misma y el materialismo histórico, se han originado y surgido, el auge y ascenso de entidades heroicas y legendarias, tal es y fue el caso de Frida, quien marco de forma emblemática, la mente, el corazón y el alma de todos y cada uno de nosotros, transmutando en sí misma, en una heroína, una campeona, una batalladora, un símbolo viviente e inmortal de unidad, esperanza y fe, siendo antes, ahora y siempre, un legado de valor, un legado de lealtad y honor para todos y cada uno de nosotros hacia el alcance de la trascendencia y la supervivencia ante todo fenómeno u adversidad habida y por haber, fortaleciendo de forma latente, heroica y épica, el opus magnum, el sagrado vínculo entre el ente humano y el ente canino, siendo un equipo de dos, honor a quien honor merece, honor y gloria Frida, hasta siempre.
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