El manifiesto de una entidad guerrera de la realidad múltiple Autor: Mtro. Fernando Martínez Moreno

Cada ciclo, cada auge cada punto de partida concebido desde el auge de toda civilización y cultura en la cadena del proceso de la evolución, perfección trascendencia y supervivencia, de todo lo que existe, tanto en nuestra visión individual y general, del tiempo y espacio en todo su esplendor y constitución, siempre y de forma inevitable como inminente, llega a un punto de llegada e innegable final, nada ni nadie en alguno de los planos existenciales habidos y por haber ha podido escapar de dicho evento. En cada facción en la cual hemos interactuado, cada una de las decisiones que tomamos, cada elección racional y pasional que realizamos nos ha conducido hacia una infinita gama de posibilidades, sin embargo cada acto de decisión siempre ha radicado en una variable y constante en una ecuación universal que implica cada una de las etapas de toda nuestra existencia basado en el pensar, el sentir y el actuar bajo la virtud de la voluntad siendo y resultando plenamente en elemento del final, el inicio del final de cada acto, de cada acción realizada u omitida ya sea para bien o para mal, el significado del final no implica la anulación total de algo o de alguien, sino el punto de transmutación hacia una nueva fase de senderos nuevos a elegir como un nuevo punto de partida en un círculo infinito el cual nos permite reconfigurar cada elemento material e inmaterial de todos y cada uno de nosotros de forma voluntaria e involuntaria. Tal es el caso de este presente hecho manifiesto, que la máxima prueba de esto viene siendo el nacimiento, desarrollo y muerte de todos y cada una de nuestras versiones constituidas mediante tantos elementos y circunstancias, a modo de poder luchar día con día en esta inmensa arena de batalla denominada como la vida misma. Cada etapa de nuestra existencia, ha conllevado una serie de nuevos desafíos, los cuales ha generado la necesidad de transmutar y reconfigurar las variables de nuestro ser, ocasionando aquellas personificaciones de nosotros, desde nuestra edad temprana hasta el último ciclo de nuestra existencia en el presente plano de la vida. El final, final para quien, el trasfondo de dicho momento en la escala de todo lo que existe y probablemente existirá, implica el generar toda clase de nuevos aprendizajes a modo de generar y mantener la mejor versión de nosotros mismos ante las condiciones más adversas e infortunadas que implica en simple hecho del existir y luchar en cada uno de los escenarios de esta teatralidad llamada sociedad. Existiendo y coexistiendo en una gama fragmentada de realidades de múltiple, esencia y naturaleza, a modo de vivir en una llanura de contradicciones al no hallar la más mínima chispa de empatía individual y colectiva en relación a mi pensar, sentir y actuar en paridad con los ya agónicos estándares del aquel orden canónico en el cual no parecer haber esperanza, más bien abundando una feroz e incesante desesperanza. Ante la búsqueda de hallar el sentido, la búsqueda del sentido a la realidad y existencia individual y colectiva en este desolado plano siempre nos hemos topado con una incesante interrogante proveniente de aquellas entidades racionales, irracionales, individuales y colectivas, misma que dice. ¿Porque lo deseas tanto? Siendo esta duda, este enigma este planteamiento una constante a lo largo y amplio de mi existencia misma que nos asedia en cada plano de la realidad en el cual hemos caminado a través de la transmutación de nuestras entidades, la individual, la colectiva, la racional la irracional, la animada y la inanimada. Rescribiendo y restructurando el tejido del espacio y del tiempo en cada causa, en cada ideal, en cada decisión, cada aliento, cada pensamiento, cada sensación, cada acto de nuestra naturaleza así como de nuestra esencia, en pos del proceso de evolución y revolución de todas y cada una de las fibras de nuestro ser, a pesar de superar paradigmas, tabúes, prejuicios, estándares del orden canónico siempre ha perdurado el enigma fantasmal que nos habla y dice, ¿Por qué lo deseas tanto?, una y otra vez de forma auto-perpetua, más allá del tiempo espacio, más allá del orden y el caos, más allá, de la verdad y la falsedad, más allá de lo imaginable e inimaginable, más allá de lo tangible e intangible, más allá del bien y del mal. Resulta sumamente imperante el hallar de forma, modo y manera continua el aguaviva que trae la razón, la fe, y la verdad de las cosas, ante aquellos que teniendo vista, no ven, a quienes tienen oído no escuchar la sinfonía de la verdad y el canto de la gran dama justicia, de quienes presumen de tener un corazón y no quieren ni pueden sentir la esencia armónica de la existencia y realidad múltiple, estando ellos sordos, ciegos y mudos, bajo su propia condición aberrante. Quien será la entidad aberrante en sí, será la individual, la colectiva, o acaso será que no he sido diseñado o contado con la capacidad de aceptar la imperfección del interés que nos hace no merecedores del alfa y el omega, de lo que representa el poder existir y ser uno con el todo y la nada, hemos caminado entre paramos desolados a modo de probar y demostrar el error en el cual se ha estado inmersos por medio del pensar, del sentir y del actuar, siendo este último el cauce de la voluntad del, ser, la voluntad del poder, la voluntad, de sentir y sobre todo la voluntad de actuar ante toda circunstancia, pudiendo ser entidades de honor y de gloria al lograr trascender más allá de nosotros mismos, al ser dignos y merecedores de lo que la realidad múltiple nos ha dado, a cada uno de nosotros en cada milenio, cada siglo, cada década, cada lustro, cada año, cada mes, cada semana, cada día, cada minuto, cada segundo, en cada instante del pasado, del presente y del futuro venidero, siendo el factor, variable y elemento del tiempo el mayor de los jueces de lo que estemos o no dispuestos a hacer, al igual que aquellos quienes nos precedieron tiempos atrás, aquellos que dieron un salto de fe, un acto de fe, un beneficio de la duda, una encomienda, un legado y una idea, mismos que han trascendido más allá de la realidad total. Manifiesto mi verdad individual y colectiva a traves de la ciencia y el arte cognoscitivos, mismos que me han llevado a definir una sola y única resolución ante aquel enigma que a cada escenario continua asediándome como si de un doppelganger, mi Némesis y antítesis tratase, he hallado solo una resolución ante el enigma latente en esta manifestación, ¿Por qué lo deseas tanto? A lo cual manifiesto a título personal en forma simple y conjunta, porque me dijeron que no lo lograría. Bajo los principios universales del auge y decadencia de todo lo que se ha constituido por todos y cada uno de nosotros nunca debemos olvidar él como y él porque nos encontramos ante aquel punto neutral donde habitan los términos y personificaciones de los términos canónicos del final y del comienzo lo que para muchos seria mayormente conocido como el alfa y el omega, que o quien nos han conducido directa e indirectamente hacia este punto único fuera del tiempo y espacio, acaso son los ideales de superación, la necesidad inminente del sobrevivir, el hallar la felicidad humana o simplemente el poder hallar la paz y la redención ante aquello de lo que no nos sentimos prácticamente orgullosos. Cualquiera que sea la causa, motivo y razón por la cual has pisado aquel punto universal en el tiempo espacio pasado, presente y futuro, ten siempre en mente, en el corazón y alma que no existe un final absoluto, simplemente es un punto de inflexión único en su clase, un punto de oportunidad, un trance de reflexión en el cambio de variantes hacia la nueva elección o decisión que estén dispuestos o no a llevar a cabo. Por último es mi más grande deseo y anhelo el que tengamos presente la oportunidad de poder aquellas entidades de cambio, el poder luchar por aquellos que por alguna razón motivo y circunstancia no puedan dar la batalla por la conformación de un mejor futuro en lo particular como en lo general y eso es uno de los tantos porque del dar el todo por el todo, por los que amamos y respetamos a modo de contrarrestar a aquello que nos asedia constantemente y busca nuestra división y destrucción inminente. Más allá de todo por lo que luchamos en cada aspecto de nuestra vida, en cada escenario que nos compete interactuar, radica el no olvidar y tener siempre latente a aquellos conceptos canónicos mismos que a mi consideración viene siendo una triada elemental y factorial conocidos estos como el juicio, el castigo y la piedad, dichos principios del ámbito conductual humano no pueden existir el uno sin el otro ya que dicha trinidad compone a lo que resulta ser el código de honor, el cual otorga la fuerza, la valía y el coraje para potenciar la voluntad del pensar, la voluntad del sentir y la voluntad de actuar ante toda circunstancia, por honor y gloria hasta el final. Mantener siempre estos principios en una total comunión con el alfa y omega en cada escenario representara la facultad de trascender más allá de toda frontera física y metafísica contribuyendo gradual y accedentemente al materialismo histórico individual y colectivo y dejar un legado a través de los ciclos venideros. Solo espero que al final de cada punto específico en el cual te encuentres logres hallar y obtener lo que has buscado con ansia y suma insistencia en cualquier actividad o proyecto en el cual te halles inmerso(a) por el cual has vertido tus sueños, tus esperanzas, tus anhelos, aunado al grado de sacrificio que has vertido junto con parte proporcional de tu propia vida. Te deseo la mejor de las suertes y de los éxitos en este o en aquel punto de transmutación en el cual te encuentres próximo a finalizar y a partir hacia una nueva batalla, una nuevo aventura en favor de perfeccionar el opus magnum que significa todo tu ser en cada una de las fibras que lo constituyen y conformaran. El mejor de los éxitos, buena suerte y hasta luego, hasta siempre.

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