La relatividad absoluta múltiple Autor: Mtro. Fernando Martínez Moreno

Hace tiempo que llevo incursionando en los roles del conocimiento, la verdad y la trascendencia en cada una de las estructuras de mi condición humana conllevando el análisis de diversas vertientes en cada uno de los escenarios de la mecánica existencial en el marco de la realidad múltiple, desde mi era temprana hasta el momento continuo del espacio tiempo tanto en lo particular como en lo general. Durante aquellos años de mi formación vital a través de aquel sendero de la cadena coyuntural de situaciones coyunturales en el marco de cada uno de los bloques de la gestión social, económica y política, he sido fiel testigo de la acomodación y sincronización de aquellos fragmentos vivenciales por medio de aquellas narrativas que han implicado un margen gradual de impacto en todo mi ser, mismas que han determinado los efectos consecuentes de lo que alguna vez fui soy y seré tanto para bien o mal, tanto en lo individual como en lo colectivo. Aquellos bloques del conocimiento, tanto en la ciencia como en la literatura, me recuerda en cierto modo a los elementos que han forjado cada una de mis virtudes y fallas, verdad y realidad, en lo racional e irracional, en lo animado e inanimado, para lo cual la configuración de lo que me conforma radica en aquella obra de título el conde de Montecristo al igual que el relato del Mio Cid siendo mi código de conducta y honor, en pos de la justicia, hacer lo que debe hacerse en el momento preciso, ni menos ni más, a lo cual por el margen complementario yace en mi mente corazón y alma, a los grandes pensadores como Imanuel Kant, Rene descartes, Jean Piaget entre muchos otros más, mismos que han dado rienda suelta a mi imaginación y capacidades cognitivas de forma continua, bajo la insignia del espíritu de lucha y de sacrificio. He luchado batalla tras batalla en cada uno de los senderos del orden y el caos en la búsqueda de la trascendencia y la supervivencia en pos de la supremacía en lo individual y en pos de la justicia en lo colectivo, siempre luchando de forma paralela por mantener con gran fervor aquellos postulados que han facultado la razón del ser a mi pensar, mi sentir y actuar buscando ser más que nada, una entidad de honor. En caso paralelo, aquellos postulados que han regido en el plano del materialismo histórico de cada una de las civilizaciones habidas y por haber, generando con ello infinidad de paradigmas, dogmas, tendencias y prejuicios en cada bloque generacional en turno y venidero. Dicho hecho manifestante, implica una tormenta radical de contradicciones en un escenario de suma complejidad paradójica ocasionando un vórtice secuencial de estragos en la percepción de la realidad múltiple y en su veracidad en la objetividad y subjetividad predominante, algo realmente perturbador. La paradoja fragmentaria de cada uno de los escenarios de toda existencia implica un asedio continuo a cada uno de los pilares ideológicos y códigos de gestión de mi naturaleza y esencia, a lo cual ha desatado una secuencia bélica entre los estados de la realidad múltiple, un gran circulo vicioso agónico y enfermo encaminado hacia la máxima locura demencial. Ante tales implicaciones y percepciones racionales es deber canónico del hallar el aguaviva y la forja cósmico legendaria los elementos multifactoriales de la batalla imperial a modo de demostrar y dar fe de la valía, sapiencia y temple con la cual hemos sido forjados, directa e indirectamente, denotando a toda la existencia la frase trascendente, yo soy de la legión, todos somos de la legión, ¿verdad para quién?, ¿justicia para quién?, ¿realidad para quién?, ese es el verdadero enigma.