Memoria y Crónica del pasado, presente y futuro de un emo, el corazón de la luz y la oscuridad Autor: Dr. Fernando Martínez Moreno
Año 2008
¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? ¿Qué ha sucedido? Una y otra vez me hago las mismas preguntas, ante aquello que no me resulta concebible, ante un escenario, un tiempo extraño, marcado por la indiferencia y el desencanto en todas y en cada de sus formas, no consigo recordar de donde provengo, ni él porque del sendero que aparentemente me condujo hacia este justo momento e instante, este ambiente plagado de ilusiones vacías, tendencias sin razón y sentido aparente, carentes de todo significado aparente, un mar de desolación en este lugar, en este lugar al cual en algún momento de mi vida me atreví a llamar, existencia.
He perdido gradualmente la noción del tiempo a medida de mi escaramuza por cada calle, cada callejón, cada esquina por la cual he transitado, bajo el manto de la oscuridad y la brisa de un nuevo día, a donde sea que observo, puedo contemplar, diversidad de vidas, historias, ideales, pensamientos, sentimientos, temores, orgullos y prejuicios en cada forma, modo y manera de expresión, así por aquellos que alguna vez existieron en un punto determinado de su andar por estas mismas zonas de flujo social.
El tiempo, el espacio, variables relativas y absolutas en todo aquello que observo, escucho y siento, día tras otro mientras me veo inmerso en esta rutina aparente e inevitable que viene siendo la vida, todo aquello que conlleva a la mecánica de mi vida, me hace reflexionar sobre aquellos años en los que me encontraba estudiando aquellos postulados filosóficos de Nietzsche, los cuales en su momento, llegue a considerar sumamente tendenciosos y extraños, sin embargo, hoy en día aquellos planteamientos, aquellas teorías, retumban con gran eco, en las fibras de mi mente, mi corazón y alma, siendo la obra que viene a mi memoria, así hablo Zaratustra, a causa de aquel planteamiento en el cual, como dicho personaje, me siento abrumado y desconcertado, al ser testigo de esta realidad, gris y carente de razón de ser en su aparente originalidad, al sentirme y ser visto como un extraño, un forastero en lo que alguna vez fue mi realidad.
En mi perspectiva meramente particular, he sido vivo testigo del auge y el ocaso de distintos acontecimientos y entidades de aquellos años dorados, en los cuales el término y/o denominación del ideal, imperaba con gran fuerza, valía y poderío en cada mente, corazón y alma de cada entidad guerrera de aquellas generaciones de revolución, mismos que han sido mi fuerza e inspiración como precursores de la verdad, la justicia, la objetividad y la contundencia hacia el opus magnum de lo heroico y épico, así como toda narrativa poética y ficticia, tales como aquellos relatos legendarios tales como el Mío cid, el conde de Montecristo y el rey Arturo, siendo la viva esencia del honor.
Sin embargo, aquellos postulados filosóficos que alguna vez estudie, comenzaron a volverse una amarga y retorcida realidad, al contemplar aquellas conductas de las cuales han perdido todo aquello que tuvo significado y significante, estando cada miembro de este desolado escenario, ciego, sordo y mudo, ante aquellas dulces y empalagosas mentiras, las cuales gradualmente hieren y matan la mente, el corazón y el alma de todos y cada uno de ellos.
En ciertos puntos de mi andar, me he topado con aquellos indicios que alguna vez marcaron mi niñez y vida temprana, aun cuando me encontraba permeado por la ingenuidad de aquello que alguna vez fuese impuesto como dogma y/o modelo a alcanzar, no obstante, a pesar de ello, hoy en día eso es algo que me trae esperanza y consuelo durante mis viajes al mundo de los sueños.
Cada día, cada momento e instante en el cual mis parpados de separan ante la inminente llegada de un nuevo día, me encuentro una y otra vez en un relativo estado de desorientación en el cual parte de mí se encuentra dispersa y molesta ante la monotonía de tener que navegar entre aquellos canales de tendencia e inercia gris y decadente, una serie de ilusiones o de realidades de las cuales solamente puedo sentir una gran negación y repulsión, tanto por su esencia y naturaleza en cada sentido de su naturaleza artificial.
Sucesos extraños pero interesantes han sido manifestados a lo largo de estos años recientes en los cuales mi rutina ha comenzado a cobrar un mayor significado como parte de la búsqueda de algo que me haga sentir parte de algo distinto a lo que me he visto forzado a seguir como parte de una mecánica monótona y carente de toda originalidad, no sé a ciencia cierta cómo fue que sucedió, quizás haya sido la mezcla de circunstancias que he tenido que vivir en cada aspecto de mi existencia, o quizás haya sido el haber caído en el encanto del corazón, un corazón extraño y particular a mi humilde parecer, no obstante, lo único realmente relevante, es en lo que ahora soy, ¿Qué soy? Soy una entidad cubierta por un manto de sombra, melancolía y desolación.
Ciclo tras ciclo, entre clase y clase, entre semestre y semestre, aquello que adopte y me convirtió en esta entidad urbana, en este vestigio de un nuevo clan en auge me ha otorgado nuevas perspectivas, así como un sentido de crítica mayor al cual en cierto modo me ha definido ante estos escenarios mecanizados y tendenciosos hacia algo que solamente puedo sentir un gran rechazo y repulsión, además de un gran dolor y rabia hacia aquellos que no pueden ni quieren ver la verdad de las cosas a pesar de lo inminente e inevitable de su presencia en estos tiempos de cambio.
Mi aflicción solo haya alivio temporal a través de aquellos momentos e instantes en los cuales puedo verter aquello que yace en mi ser, a través de la escritura y el plasmar a punta de lápiz, mi verdad y realidad en los momentos de aparente ocio en mi rutina escolar, siendo en ocasiones alentado por aquellos que se han tomado la molestia de conocerme y no de juzgarme solo por el simple y complejo hecho de ser distinto a la media, incluyendo a aquellos que en teoría tendrían la encomienda de guiarnos en este paradójico y oscuro mundo.
El tiempo de manera inevitable trazando toda pauta sobre todo aquello que este toca a su alrededor, algo que siempre me ha perseguido y atormentado en forma gradual, haciendo que el manto que me ha dado identidad vaya transmutado cada fibra de mi ser, al punto de volverme una obra de arte abstracto para el común denominador en este escenario, ahora solamente el poder ver con la mitad de todos y cada uno de mis sentidos físicos y metafísicos, a causa de esta extraña simbiosis que me ha envuelto en mente, corazón y alma llegando en ocasiones a soñar despierto sobre la posibilidad de levantar vuelo sobre aquellos aferrados a una existencia material y absurda, a desplazarme con astucia y originalidad sobre aquellos que buscan en profanar y atentar aquello que para mí y mis homólogos de causa es relevante y trascendental, siendo nuestro estilo, nuestra existencia, no únicamente una moda, sino un ideal, un estilo, forma y manera de pensar, de sentir y de actuar, como un acto de rebeldía y desobediencia hacia aquello que nos es molesto e inadecuado y que muchos lo han tomado con patética resignación.
Como todo ideal naciente, el mío y el de muchos más, se vio envuelto en una serie de escaramuzas, en una batalla entre sombras y fantasmas, así como entre aquellos que alguna vez consideramos como hermanos y hermanas, dando diversos giros en cada escenario en los cuales defendimos el derecho de existir como entidades individuales y colectivas, en un combate total y guerra sin cuartel, al punto de ser vistos por el ojo público en la mayor de las batallas de las que se tienen registro, siendo algo que le ha dado mayor sentido a mi existencia a pesar del infame ¿Qué dirán?
Sin embargo, tras aquellas grandes batallas he comenzado a sentir una serie de sensaciones extrañas, llenas de amargura, dolor y desdicha, como si comenzara a perder gradualmente, todos y cada uno de mis sentidos, al punto de no poder encontrar la esencia de aquello que he logrado o he perdido, quizás sea por el anunciado final del ciclo de esta prolongada rutina en esta etapa de mi existencia, al punto de haber rechazado la calidez de un amor al no poder sentir su mano, su caricia y expresión de amor, ¿Qué es esto? ¿Qué me ha ocurrido?
No puedo sentir, no puedo ser, a donde a dondequiera que veo y voy, solo me encuentro con aquello que perdí, con aquello que me dio una mente, un corazón y un alma destrozados y rotos, los cuales me sumergen en un mar de pesadilla y desesperanza a cada momento en el cual este manto me haya consumiendo de manera inminente e inevitable, ¿Qué me pasara? ¿Qué me espera?
En momentos y situaciones apremiantes, mientras recorro las calles de la gran ciudad, como todo miembro de tribu urbana que se respete, suelo acudir a uno de los únicos puntos de expresión y conjunción para entidades divergentes en donde podemos expresarnos con suma libertad en distintos modos, formas y maneras en aquellas calles periferias, llenas de historias, leyendas y mitos, así como por aquellos quienes se reúnen en los distintos clanes de distinta identidad, buscando de un u otra manera, el punto de comunión a pesar de las diferencias, un pensamiento y sentimiento en común, el cual siempre ha sido el luchar en contra del paradigma o modelo social impuesto y aceptado por aquellos escuálidos de mente, corazón y alma, carentes de toda originalidad y razón de ser.
Llegando de forma inesperada, un nuevo sendero, un camino extraño en el cual contaba con la apariencia de representar un nuevo comienzo en un nuevo escenario, el cual en apariencia parecía comulgar con una especie de oportunidad de aprendizaje elemental, nada más disperso de la realidad, no puedo comprender de manera adecuada ¿Cuando fue que el mundo, mi mundo cambio?, ¿Cuando fue que he llegado a esta maqueta a la cual muchos llaman realidad?
A pesar de ello espero poder honrar aquello que alguna vez leí y escuche en diversos espacios de esparcimiento, aquellas frases imperantes que llamaban a defender a capa y espada los pilares de la trascendencia y la supervivencia en todos los modos y formas en los cuales este fuese concebido, algo que ha sido mi bandera e insignia ante la turbulencia y estragos del tiempo y del espacio mismo, espero ser apto y digno de tal encomienda.
Año 2009
Ciencia y arte, fuerzas latentes e inevitables de la mecánica existencial, carentes y abundantes de objetividad y subjetividad sobre aquello que alguna vez tuvo alguna clase de significado, choque de fuerzas entre entidades imparables e inamovibles en cada fragmento de la materia y esencia de su ser, siendo yo fiel testigo de todo embate provocado por aquello que se ha buscado anular y/o preservar más allá de todo ciclo vital de todo aquello que conforma a cada plano de esta vasta realidad.
¿Verdad para quién? ¿Justicia para quién? ¿Libertad para quién? ¿Felicidad para quién? ¿Honor para quién? ¿Amor para quién? ¿Dolor para quién? ¿Fe, Esperanza y desesperanza para quién? ¿Vida para quién? ¿Muerte para quién? ¿Valor para quién? ¿Legado para quién? ¿Ira para quién? ¿Dignidad para quién? ¿Ideal para quién? ¿Amenaza para quién?
Una y otra vez estos y demás enigmas susurrando cada fibra de mi ser desde el manto del alba hasta el cobijo del ocaso, expresando, reclamando, demandando, exigiendo de manera imperante e inevitable el ser recordados por cada mente, corazón y alma de todo ser existente y por existir como parte de aquello que debe ser implementado a todo aspecto de la mecánica humana, siendo uno de los pilares del potencial humano, de lo heroico, de lo épico y de lo magnifico, algo para recordar y jamás olvidar en definitiva.
En ciertos puntos de mi andar en el aparente ocaso de aquello que conlleva a incursionar en una nueva clase de viaje inminente e inevitable, una viaje de nuevos descubrimientos, quizás encuentre algún vago indicio de razón y sentido en esta lucha, en esta guerra campal entre tantos frentes de batalla.
El tiempo avanza de forma despiadada e implacable, su mero avance me consume de forma gradual y ascendente, debo hallar un punto de equilibrio o de liberación ante esta fuerza y esencia oscura que ya no me es posible contener, tanto dolor, tanta rabia, tanto odio irracional, espero no sea demasiado tarde.
Faltando pocas semanas para que el ciclo en el cual me encontraba llegara a su fin, la tutora de grupo anuncio que pronto se llevaría a cabo la toma de la fotografía generacional, para lo cual se había establecido una serie de lineamientos a considerar para tal acto de termino, sin embargo, yo me caracterizaba por no contar con una relación empática con quienes fuesen mis compañeros de generación, salvo ciertas excepciones con quienes luche hombro con hombro por la defensa de muestro ser, de nuestra originalidad, se nuestro existir.
No existe plazo que no se cumpla, y finalmente el día de la fotografía generacional había llegado finalmente, estando todo listo en el área de la explanada de la escuela, muchos de mis compañeros se hallaban felices y con un gran entusiasmo a causa del significado de dicho hecho, sin embargo, para mí, representada un acto gradual y ascendente de la hipocresía y de vanidad.
No obstante, debido a la presión que se había ejercido sobre mí al decirme, ¿Por qué no puedes ser una persona normal? Arréglate y quítate ese fleco y cosas que tienes e intégrate con tus compañeros, palabras que me hicieron sentir una inmensa rabia e ira, acto seguido exclame, usted y los demás no entienden nada.
Mientras era obligado a recoger mis cabellos justo frente al espejo y tras ver mi rostro, mi rabia e ira estallaron al punto de dar un grito, el cual emergió de los confines de mi mente, quebraba, mi corazón carbonizado y mi alma rota, para posteriormente quebrar el espejo con la mano derecha provocándome una cortada considerable, fue justo ahí, que mientras contemplaba los vidrios rotos bañados en sangre, que tome uno de aquellos fragmentos para posteriormente comenzar a cortarme el rostro, ya que no soportaba verme al espejo, ya que me causaba un gran dolor, ira y desesperanza.
Sin embargo, justo cuando aquel pedazo de vidrio estaba por cortar mi piel, uno de mis amigos de tribu urbana apareció y me detuvo de llevar a cabo aquel acto barbárico, siendo esa persona una chica gótica de gran personalidad y originalidad, quien tras quitarme el vidrio de la mano, me dio una bofetada mientras exclamaba iracunda, ¡¿Qué crees que haces, idiota?! ¡Esto debe parar.
Aquella chica había sido mi amiga y compañera de armas en la defensa de nuestra originalidad, siempre mantenía una gran determinación y firmeza sobre todo aquello en lo que era importante para su causa, algo que en cierto modo nos unió a pesar de nuestras diferencias aparentes.
Tras aquel incidente, las cosas comenzaron a tener un sentido distinto, ¿Qué me está sucediendo?
Adoptado aquel manto de las tribus urbanas, en un esfuerzo por encontrar alguna clase de identidad y sentido de pertenencia hacia algo que fuese original y auténtico, sin omitir la influencia que tuvo en mí, mi primer amor de juventud, teniendo yo diecisiete años de edad, tal y como dicen aquellas canciones populares, que a pesar de todo, reflejaban aquellas verdades y prejuicios que la sociedad no se había atrevido a expresar de manera masiva en aquellos días, incluyendo las distorsiones y protestas generadas en los años venideros por la letra e interpretación de las mismas, así como muchos otros materiales de igual índole.
De repente, todo aquello, la vida siempre cobra un precio o tiende a equilibrar la ecuación de su funcionamiento ante todo ser viviente, siendo yo parte de aquella imponente victoria, pero había perdido a mi primer amor a causa de mi naturaleza y esencia, viéndola a ella en los brazos de otro chico de la misma tribu urbana que profesábamos, lo cual me llevo a un profundo y amargo dolor, el cual hizo que implorara el alivio del dulce lirio de la muerte.
Llegando a caer en lo más profundo de aquel mar de pesadilla, dolor, ira, desesperanza y desolación, al punto de volverme un muerto en vida, perdiendo todo significado todo lo que alguna vez llegue a realizar y ser, habiendo sido despojado de toda calidez humana de forma gradual y ascendente, deseando el dulce alivio de la muerte.
Sin embargo, los eventos coyunturales de la mecánica existencial habían entrado en sincronía ante una serie de eventos inminentes e inevitables que me encaminarían en el sendero de mi lucha por la trascendencia, la supremacía y el honor, no obstante, antes hacer frente a lo que se avecinaba tenía una batalla previa que tenía que librar, quizás siendo de las más difíciles de las que he enfrentado, siendo aquella batalla por escapar de aquel manto de oscuridad, así como para hacer frente a aquella entidad nacida de la tribu urbana que se había adherido de forma simbiótica convirtiéndome en lo que en la actualidad conozco como mi doppelganger.
Dicho enfrentamiento fue sumamente brutal e implacable en aquella batalla en mi mente, corazón y alma por salir de aquel mundo oscuro y devastador que me consumía sin misericordia alguna, una contienda altamente decisiva en donde mi familia amada intervino, consiguiendo vencer y extirpar con mucho dolor e ira destructiva a aquella entidad, como si de un cáncer tratase, siendo una de mis mayores victorias en mi existencia, habiendo resurgido y recuperando el espíritu guerrero y batallador, estando listo para hacer frente a la próxima batalla, teniendo ahora una gran paz espiritual y mental para pensar y actuar con mayor sabiduría y sensatez ante lo que este por venir, honor y gloria, gracias doy a Dios, y a mis seres amados.
2024
El tiempo siguió su curso inminente, mientras recordaba, finalmente había llegado a mi destino y proposito, finalmente una nueva etapa había llegado.
Han pasado bastantes años desde aquella batalla múltiple, actualmente transitando entre una serie de vertientes de todo aquello que fue, lo que actualmente es, y lo que probablemente podría llegar a ser, tanto en su misma naturaleza y esencia como tal, realizando actualmente aquello por lo cual había luchado por alcanzar a ser, siendo yo actualmente un portador de enseñanza y relativa verdad, hacia diversas generaciones, diversos contexto en esta vasta realidad múltiple, siendo en este escenario actual, un punto de partida hacia un nuevo viaje en mi existencia, tanto en lo particular como en lo general.
Realizando aquello por lo cual he considerado una de mis pasiones de vida, se acercaba una fecha elemental en el calendario, siendo esta, los festejos del mes de octubre, al mismo tiempo que un nuevo ciclo de mi existencia de igual forma se halla próximo, vaya que el tiempo jamás se detiene ni espera a nada ni a nadie, grata o cruda realidad.
Misterios y enigmas que alguna vez busque y conseguí resolver, me trajeron de vuelta de nueva cuenta al punto de partida, tras aquellas batallas y escaramuzas que he librado de manera voluntaria e involuntaria, forjando una entidad de verdad y elegancia suprema.
Aquellas guerras y batallas libradas de igual modo, generaron distintos estragos y remanentes que han causado diversos efectos en diversas facetas y aspectos de mi humanidad, a lo cual en el presente contexto, ha generado un abismo gradual entre aquello que ha sido denominado como realidad.
Retomando aquello que alguna vez ha sido mencionado y enfocado hacia el sacrificio, el pago y la retribución, todo esto y aquello me provoca una carencia de esperanza y una abundancia de desesperanza, aspectos que me han dejado con un vació paradójico.
Un día como de tantos, realizaba mi rutina recorría aquellas calles de la ciudad a bordo del transporte público cuando de pronto tras observar uno de los espejos del transporte, experimente una especie de visión el cual me revelo una extraña entidad, una sombra de aspecto humanoide similar pero distinto a mí, como si de mí doppelganger o algún fantasma del pasado fuese y tratase, ¿Qué acaba de suceder?
Sueños y pesadillas, sombras y fantasmas de aquellos vestigios del pasado y presente, recorriendo las fronteras de la conciencia y sub-conciencia en cada rincón de mi mente, corazón y espíritu, reflexionando en todo y en nada de igual modo, además de escuchar susurros y remanentes, sin embargo, a modo de confesión he de manifestar que en mi existe de manera inevitable e innegable una fuerza y poder extraños que siempre me hacen el enfrentar toda adversidad y circunstancia extremas, siendo esto mi emblema personal, mismo que ha sido transmutado a causa de aquel viaje del cual he hablado con anterioridad.
¿Será acaso que tendré que luchar nuevamente con aquel manto personificado, o quizás seamos aliados involuntarios ante aquello que está por venir? Llego la hora de averiguarlo.
Un nuevo escenario, un nuevo comienzo, un espacio intermedio en la búsqueda del fortalecimiento de mis ideales, se dice que nada ni nadie puede escapar o anular totalmente los estragos que este mismo genera, tanto por su esencia, así como por su naturaleza misma, siendo yo testigo de cómo aquellos con quienes luche hombro con hombro, han comenzado a convertirse en sombras y fantasmas de si mismos, convirtiéndose en aquello que sentían un total repudio y asco sin igual, algo realmente mísero y patético, que está ocurriendo con todos ellos, desdichados débiles de mente, corazón y espíritu.
En este plano paradójico, La concepción del termino normalidad o cotidiano tiende a ser un término sumamente relativo debido a la cantidad infinitesimal de percepciones y de concepciones del mismo tanto en lo individual como en lo colectivo aunado a que la terminología de la verdad como parte subsecuente del mismo tiende a ser variable y jamás absoluto, tal y como he mantenido en mi ser, aquellos planteamientos y/o cuestionamientos que ya antes he manifestado.
Lo anterior me ha servido como argumento para defender mi verdad y mi ser de forma lógica y racional ante cada paradigma al cual eh sido sujeta de análisis en términos de la ciencia y del arte, en resumen siempre me ha agradado en emplear la razón y la percepción como partes del pensamiento y sentido cognoscitivos para tener una existencia más llevadera, aunque en estos momentos me encuentro en una total encrucijada.
Siendo un día como tantos otros, me encontraba realizando mis actividades en este nuevo ambiente, en un lugar bastante agradable, pudiendo ver una gran diversidad de expresiones, verdades, anhelos, sueños y esperanzas, al parecer una especie de refugio y campo de preparación para hacer frente con decisión y ferocidad a la abominable mancha de monotonía y resignación que busca cazarnos y eliminar aquello que otorga valía a nuestra existencia, un nuevo campo de batalla, una nueva trinchera, el momento ha llegado.
Comentarios
Publicar un comentario