Farewell Autor: Dr. Fernando Martínez Moreno

En todo sendero del espacio y el tiempo, existen un sinfín de historias, verdades y circunstancias, unas de gran valía y otras de gran infamia, en cierto modo, ambas partes de la expresión y apreciación argumental forman parte de un objetivo u ideal como punto de partida hacia la culminación de aquello que ha nacido de la mente, el corazón y el alma, siendo protagonistas y espectadores de diversos acontecimientos de gran trascendencia dentro y fuera del contexto de lo rutinario y de lo extraordinario, las diversas realidades, historias y argumentos planteados y establecidos por el individuo o por la sociedad tienden siempre ha manifestado o denostar un único punto crucial en el infinito, siendo el auge y el ocaso de cada ser existente, así como aquello que ha sido ideado, conceptualizado y materializado, tanto por la ciencia como por el arte, siendo la memoria y testigo eterno de todo lo que alguna vez fue, todo lo que actualmente es y todo lo que alguna vez podría llegar a ser. Todo ideal y propósito de manera inevitable, ha sido sometido a diversos juicios múltiples, transitando entre la razón y la locura paradójica, llegando gran parte de estos principios a sucumbir así como trascender y prevalecer a través de toda época y marco existencial, sin embargo una de las incógnitas que suele merodear el consiente e inconsciente de diversos seres, ha sido que hay más allá del ideal, un cuestionamiento inquietante, tanto por su simplicidad, al igual que por su complejidad inminente. Todos y cada uno de nosotros, sin importar nuestra esencia y naturaleza ya sea de forma o de manera voluntaria e involuntaria, hemos trazado y recorrido un sendero extraño encaminado hacia aquello que buscamos alcanzar u obtener, siendo de igual modo la razón de ser y de existir de cada todo el existir en cada escenario de esta u otra realidad. Ante tales planteamientos cabe el cuestionarse, que se hace cuando el ideal u objetivo múltiple, ya sea personal, laboral u profesional llega a ser consumado en su totalidad, un planteamiento de suma relevancia, un punto en la existencia de inflexión, un punto en el espacio y en el tiempo donde el camino ha terminado, dejando ver al horizonte un plano de silencio, duda y desolación latente, un plano incierto y desconocido, en donde el tiempo ha dejado de existir, un plano de gran extrañeza y más allá de todo entendimiento que estremece toda razón y sentidos, sin explicación aparente, un sitio habido en el final de todo sendero, un lugar donde el ente encuentra reposo absoluto cuando todo aquello por lo cual ha luchado en nombre del ideal ha sido culminado y superado con suma valía, honor y gloria, siendo el ocaso, la despedida, del ente individual y colectivo, llegando a este sitio, de forma inevitable, dejando este de existir como tal, al ya no contar con un propósito ya que esta ya se hace consumado de forma definitiva. Resulta inquietante el cómo y cuándo llegaremos a este plano situacional, lo único relevante a cuestionarse es, el cómo llegaremos a dicho punto, que pensar, que sentir, que hacer, acaso el momento yace frente a nosotros, quizás exista dicha posibilidad, a título personal, he comprendido y contado con la dicha de poder llegar a este punto en el alfa y omega del cual me he manifestado bajo la construcción de un legado, de un ideal que siempre añore y por el cual he luchado de distintos modos, formas y maneras, en mi pensar, mi sentir, realizando expresiones y actos que me han honrado, así como aquellos que no me enorgullecen, siendo la tesis y antítesis de mi ser, así como para aquellos que he marcado a través de mi historia, su historia, mi verdad, su verdad, mi realidad, su realidad, transmutando de diversas formas al punto de ser un héroe para algunos y un monstruo para otros. Ahora me encuentro aquí, en este final del sendero del ideal individual y colectivo, observando hacia aquel plano del silencio fuera de toda realidad y existencia, siendo fiel y vivo testigo de aquello que tuve la osadía de imaginar y de soñar, siendo llamado hacía aquel sitio extraño en donde parte de mí desea recorrer en búsqueda de lo desconocido, para colgar y clavar en dicha planicie parte de mi ser, para que este pueda finalmente hallar reposo eterno por aquello por lo que tanto lucho y por lo que tanto amo, ya que su propósito múltiple yace hecho realidad y verdad, más allá del tiempo y del espacio actual y venidero. Todo aquello para poder encontrar aquello que pueda darme una nueva razón de ser, y trazar con ello un nuevo sendero en la búsqueda de la perfección, tanto en lo particular, como en lo general, no sé a ciencia cierta cuanto tiempo pueda llevar hallar aquello que justifique el ideal individual y colectivo, lo único que podría atreverme a manifestar y expresar es el cómo y él porqué regresar al nuevo punto de partida, cuando y en dónde. Por ultimo quisiera agregar a modo de conclusión está presente manifestación, una de mis obras más emblemáticas a mi pensar y sentir, en este año próximo a concluir, titulada, el final de una era. El final de una era Autor: Dr. Fernando Martínez Moreno Cada ciclo, cada auge cada punto de partida concebido desde el auge de toda civilización y cultura en la cadena del proceso de la evolución, perfección trascendencia y supervivencia de todo lo que existe tanto en nuestra visión individual y general a pesar de la cadena longitudinal del tiempo y espacio de su constitución, siempre y de forma inevitable como inminente llega a un punto de llegada e innegable final, nada ni nadie en alguno de los planos existenciales habidos y por haber ha podido escapar de dicho evento. En cada facción en la cual hemos interactuado, cada una de las decisiones que tomamos, cada elección pasional que realizamos nos conduce hacia una infinita gama de posibilidades, sin embargo cada acto de decisión siempre ha radicado en una variable y constante en una ecuación universal que implica cada una de las etapas de toda nuestra existencia basado en el pensar, el sentir y el actuar bajo la virtud de la voluntad solamente resulta plenamente en elemento del final, el inicio del final de cada acto, de cada acción realizada u omitida ya sea para bien o para mal, el significado del final no implica la anulación total de algo o de alguien, sino el punto de transmutación hacia una nueva fase de senderos nuevos a elegir como un nuevo punto de partida en un círculo infinito el cual nos permite reconfigurar cada elemento material e inmaterial de todos y cada uno de nosotros de forma voluntaria e involuntaria. Tal es el caso de este presente hecho manifiesto que la máxima prueba viene siendo en el nacimiento, desarrollo y muerte de todos y cada una de nuestras versiones constituidas mediante tantos elementos y circunstancias a modo de poder luchar día con día en esta inmensa arena de batalla denominada como la vida misma. Cada etapa de nuestra vida conlleva una serie de nuevos desafíos los cuales ha generado aquella necesidad de transmutar y reconfigurar las variables de nuestro ser ocasionando aquellas personificaciones de nosotros desde nuestra edad temprana hasta el último ciclo de nuestra existencia en el presente plano de la vida. En final, final para quien, el trasfondo de dicho momento en la escala de todo lo que existe y probablemente existirá implica el generar toda clase de nuevos aprendizajes a modo de generar y mantener la mejor versión de nosotros mismos ante las condiciones más adversas e infortunadas que implica en simple hecho del existir y luchar en cada uno de los escenarios de esta teatralidad llamada sociedad. Bajo los principios universales del auge y decadencia de todo lo que se ha constituido por todos y cada uno de nosotros nunca debemos olvidar él como y él porque nos encontramos ante aquel punto neutral donde habitan los términos y personificaciones de los términos canónicos del final y del comienzo lo que para muchos seria mayormente conocido como el alfa y el omega, que o quien nos han conducido directa e indirectamente hacia este punto único fuera del tiempo y espacio, acaso son los ideales de superación, la necesidad inminente del sobrevivir, el hallar la felicidad humana o simplemente el poder hallar la paz y la redención ante aquello de lo que no nos sentimos prácticamente orgullosos. Cualquiera que sea la causa, motivo y razón por la cual has pisado aquel punto universal en el tiempo espacio pasado, presente y futuro, ten siempre en mente, en el corazón y alma que no existe un final absoluto, simplemente es un punto de inflexión único en su clase, un punto de oportunidad, un trance de reflexión en el cambio de variantes hacia la nueva elección o decisión que estén dispuestos o no a llevar a cabo. Sobre lo que algunos a denominado como destino, este ha sido manejado como un medio de buscar consuelo o cobijo ante lo que no hemos podido concebir en el ideal, sin embargo el destino también influye en aquello en lo que tenemos fe de poder alcanzar al luchar con el uso de la facultad de la mente, el corazón y el alma lo cual es lo que nos hace ser humanos y nos otorga el poder cósmico legendario de cambiar parte proporcional del destino individual y colectivo de toda realidad existente y por existir. Por último es mi más grande deseo y anhelo el que tengamos presente la oportunidad de poder aquellas entidades de cambio, el poder luchar por aquellos que por alguna razón motivo y circunstancia no puedan dar la batalla por la conformación de un mejor futuro en lo particular como en lo general y eso es uno de los tantos porque del dar el todo por el todo, por los que amamos y respetamos a modo de contrarrestar a aquello que nos asedia constantemente y busca nuestra división y destrucción inminente. Más allá de todo por lo que luchamos en cada aspecto de nuestra vida en cada escenario que nos compete interactuar radica el no olvidar y tener siempre latente a aquellos conceptos canónicos mismos que a mi consideración viene siendo una triada elemental y factorial conocidos estos como el juicio, el castigo y la piedad, dichos principios del ámbito conductual humano no pueden existir el uno sin el otro ya que dicha trinidad compone a lo que resulta ser el código de honor, el cual otorga la fuerza, la valía y el coraje para potenciar la voluntad del pensar, la voluntad del sentir y la voluntad de actuar ante toda circunstancia, por honor y gloria hasta el final. Mantener siempre estos principios en una total comunión con el alfa y omega en cada escenario representara la facultad de trascender más allá de toda frontera física y metafísica contribuyendo gradual y accedentemente al materialismo histórico individual y colectivo y dejar un legado a través de los ciclos venideros. Solo espero que al final de cada punto específico en el cual te encuentres logres hallar y obtener lo que has buscado con ansia y suma insistencia en cualquier actividad o proyecto en el cual te halles inmerso(a) por el cual has vertido tus sueños, tus esperanzas, tus anhelos, aunado al grado de sacrificio que has vertido junto con parte proporcional de tu propia vida. Te deseo la mejor de las suertes y de los éxitos en este o en aquel punto de transmutación en el cual te encuentres próximo a finalizar y a partir hacia una nueva batalla, una nuevo aventura en favor de perfeccionar el opus magnum que significa todo tu ser en cada una de las fibras que lo constituyen y conformaran. Buena suerte y hasta luego, hasta siempre.

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